Si has contestado sí en alguna de las preguntas anteriores, has llegado al sitio que necesitas.
Estas situaciones son comunes cuando llegamos a cierta edad. Algunas veces son normales y esperables, y otras no.
Algunas veces es debido al envejecimiento.
Otras, en cambio, pueden deberse a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, Parkinson, demencia senil, etc.
En todo caso, sea cual sea el motivo debes actuar cuanto antes. Debes prevenir y frenar esta situación.
¡Es importantísimo!
Mira, nuestro cerebro es como un músculo, si lo ejercitas y lo entrenas, crece y se mantiene sano y fuerte, si lo dejas de lado, si no le prestas atención y no lo ejercitas, se va deteriorando. Si ya con la edad por sí mismo va perdiendo capacidades, imagínate si no lo entrenas, si no haces por mantenerlo.
El desastre está servido.
Tenemos muy interiorizado que hay que hacer ejercicio, que tenemos que alimentarnos bien, vida activa, sana, etc… Pero…¿y la mente? ¿qué hacemos para mantener una mente sana? ¿un funcionamiento cerebral joven? NADA.
Bueno, no te asustes, no eres el único o la única. Eso es lo que hacen la mayoría de las personas, hasta que…llegó el susto, la sorpresa, el golpe.
Llámalo como quieras. Pero siempre hacemos lo mismo, nos damos cuenta cuando nos llega la noticia. Qué importante era trabajar y ejercitar el cerebro…y que poco lo he hecho….
No desesperes. Estás a tiempo. Lo que digo, como un músculo, si lo ejercitas y lo entrenas, mejora.
Si has empezado a notar que tu memoria ya no es lo que era, si estás viendo esto en algún familiar, en tus padres, en tus tíos o en ti mismo, tienes que ponerte a trabajar cuanto antes.
En Divergentes haremos una evaluación previa para descartar problemas o trastornos y saber si es algo “esperable” por edad o si es el inicio de algún trastorno como puede ser el Alzheimer, Parkinson, Demencia Senil, etc.
Una vez sepamos a qué se deben las pérdidas de memoria, empezaremos a trabajar para frenar el deterioro cognitivo.
Pues en sesiones con una psicóloga especializada en estimulación cognitiva.
Las sesiones pueden ser individuales o grupales, o ambas. Todo depende de la necesidad de cada persona y de su disponibilidad.
Los resultados son sorprendentes. Cuando se trata de una enfermedad neurodegenerativa, conseguimos frenarla y hacer que avance más lentamente. La persona se siente funcional, la memoria no se pierde tan rápidamente, la orientación, la organización de la vida diaria, las funciones ejecutivas…todo se va a ver mejorado según avancemos en las sesiones
Acuérdate, como en el gimnasio, si eres constante y disciplinado pronto verás resultados.
Ni siquiera debes esperar a alarmarte. A la que sientas que tu funcionamiento cerebral no es el mismo, ¡busca ayuda y empieza a trabajar!
Si ves que te cuesta más recordar cosas, organizarte, realizar actividades cotidianas o aprender nuevos contenidos. Si te despistas con facilidad, si cuentas o preguntas lo mismo varias veces porque no recordabas haberlo hecho…
Igualmente si lo ves en tus padres, no pienses que es normal. Aunque sea normal, hay que frenarlo, hay que actuar.
Una vez acudas a un profesional, ya te dirá si hay que alarmarse o no. Pero es mejor siempre prevenir que curar.
Además, no pierdes nada por actuar a tiempo.
Con estos temas no se juega, no lo dejes para después.