Diego ha quedado para ir al cine con su grupo de amigos. Una vez allí, tiene muchas ganas de ver Spiderman pero sus amigos debaten entre Harry Potter o El Señor de los Anillos. Aunque le haría mucha ilusión ver Spiderman, Diego ni si quiera lo expresa, limitándose a decir “yo la que vosotros queráis, me da igual una que otra”. Diego es PASIVO.

A Marta le han puesto muchos deberes para mañana y se ha pasado la tarde haciendo las actividades. A las 8 de la tarde, su amigo Juan le pide que le pase las tareas hechas ya que a él se le ha hecho tarde y no le va a dar tiempo a terminarlas para mañana. Marta, bastante enfadada, le contesta: “¡no te pienso dejar las actividades hechas, eres un caradura y un sinvergüenza por pedírmelo, háztelas tu mismo!”. Marta es AGRESIVA.

Blai forma parte de un grupo de trabajo en su clase. Cada uno tiene unas tareas que realizar pero de todos ellos, Sergio siempre entrega fuera de plazo su parte. Esta vez parece que va a hacer lo mismo ya que queda un día hasta la fecha límite y él no a entregado nada. Blai se siente frustrado porque siempre hace lo mismo y así se lo hace saber a su compañero: “veo que estamos en fecha límite de entregar las tareas pero tu parte sigue pendiente, imagino que estarás ocupado y no has podido terminarla pero es desconsiderado hacia tus compañeros no entregarlo dentro de plazo así que por favor complétalo antes de mañana”. Blai es ASERTIVO.

¿En cuál de todos te ubicas? ¿y a tus hijos?. ¿Dónde te gustaría que estuviesen?

La verdad es que casi ninguno de nosotros somos 100% un estilo u otro, la mayoría de las personas depende de con quién y en qué situaciones actúan de una forma u otra. Pero sí es cierto que tendemos a reaccionar en la mayoría de las ocasiones de la misma forma, o bien somos agresivos, o pasivos, o pasivo-agresivo.

¿Qué es lo ideal, lo que más nos va a ayudar a respetarnos a nosotros mismos y a los demás? Ser asertivo. Pero claro, esto ¡no es nada fácil! Casi todos nosotros necesitamos aprenderlo.

¿Y eso cómo se aprende? Practicando! ¡Yendo a clase! Sí, sí, a clase.

En Divergentes sabemos lo importante que esto es para la vida adulta, para el éxito en la vida, para ser feliz. Por eso, hemos creado grupos de habilidades sociales para niños, niñas y adolescentes.

En ellos tu hijo o hija aprenderá a ser asertivo, a saber relacionarse con sus iguales, desarrollará la empatía, aprenderá a gestionar sus emociones, a entender las de los demás, a tener una buena autoestima.

En ella tu hijo o hija aprenderá a ser feliz.

¿Inteligencia o habilidad? ¿Cuál de las dos crees que es la clave del éxito? Puedes ser un crack de las finanzas, pero si no sabes comunicarte lo tienes mal. Puedes ser buenísima en ciencias, pero si no tienes habilidades sociales poco éxito tendrás. Puedes dominar mucho los idiomas, pero si no sabes relacionarte con las personas…muy lejos no llegarás.

El 80% del éxito en la vida depende de la inteligencia emocional.

De verdad, te doy mi palabra, tus hijos lo agradecerán.

Además, todo esto lo aprenden de forma muy lúdica, se divierten, juegan, hacen nuevas amistades, ¡les encanta!

Extraescolares y Talleres 2022 – 2023