Los trastornos del aprendizaje son frecuentes en la infancia. Poder detectarlos a una edad temprana nos ayudará a reducir los tiempos de intervención y tratamiento.
Una detección tardía expone al niño a experiencias fallidas, con la consecuente pérdida de motivación por el aprendizaje. A su vez puede provocar una baja autoestima y tener repercusiones en su bienestar emocional (frustración, tristeza, decepción,…).
¿Qué son los trastornos del aprendizaje?
Debemos tener presente que cada alumno tiene un ritmo diferente para asimilar los aprendizajes. Dentro de una misma aula encontramos niños de distintos tipos: El alumno brillante, que aprende con facilidad y de manera rápida; el alumno medio, que aprende al ritmo que se espera y con las dificultades típicas del curso; el alumno que experimenta ciertas dificultades, pero con esfuerzo y dedicación llega a la media, y finalmente tenemos a los alumnos con trastornos del aprendizaje (TA).
Los alumnos con trastornos del aprendizaje presentan dificultades graves y perseverantes para asimilar diversos conocimientos académicos.
La definición de trastorno del aprendizaje más usada es que a pesar de que el niño tenga una capacidad intelectual normal, un nivel cognitivo medio y un contexto social y cultural favorable, posee una dificultad constante, imprevista y específica para adquirir determinadas habilidades académicas de una manera exitosa. Ya sea en materias de escritura, lectura, cálculo, diseño,…
Estos tipos de trastornos a menudo vienen acompañados de problemas de conducta, de estado de ánimo y/o de ansiedad.
Gracias a detectar los trastornos de manera temprana la mayoría de niños y adolescentes, después de la intervención especial de un profesional, pueden superar o llegar a compensar los problemas que presentaban a nivel académico.
Tipos de trastornos del aprendizaje.
Los trastornos del aprendizaje son un campo complejo que está en continua evolución.
Dos de los más comunes son:
Dislexia
Es un trastorno específico del aprendizaje que se caracteriza por generar problemas en la adquisición de aprendizaje y el uso del lenguaje, la escritura y la lectura.
Se calcula que afecta alrededor de un 10% de la población infantil, provocando si no se pone remedio y se trabaja, fracaso académico.
No es un trastorno que se pueda curar. Sin embargo, con las debidas medidas terapéuticas sí podemos mejorarlo, basándonos en el trabajo sobre la fonología, el lenguaje y la lectura.
Discalculia
Este trastorno del aprendizaje es conocido vulgarmente como la dislexia de las matemáticas o el trastorno de las matemáticas.
La discalculia provoca grandes problemas para la adquisición de las habilidades matemáticas, que incluyen tanto el procesamiento numérico como la realización de cálculos simples. Como en la dixlesia, estas dificultades no provienen de un bajo nivel intelectual, déficit sensorial o baja estabilidad emocional.
Muchas actividades cotidianas se ven afectadas por este trastorno específico del aprendizaje pues las matemáticas se utilizan para realizar una buena interpretación de direcciones, escalas de tiempo, manejo de efectivo, etc…
Tratamiento para las dificultades de aprendizaje.
Para poder llevar a cabo el tratamiento idóneo para cada niño el primer paso es realizar un diagnóstico.
Habitualmente, los centros educativos, y más específicamente sus gabinetes de orientación, realizan sus propios exámenes para detectar trastornos del aprendizaje en el alumnado.
En caso de no tener ese servicio en la escuela puede acudir a un centro sanitario externo, como Divergentes, donde realizar una Evaluación Psicopedagógica. En ella se realizan todas las pruebas y test que finalizan con un informe de diagnóstico en el que se define la intervención que necesita el niño o la niña.
El tratamiento debe comenzar lo antes posible para evitar así la aparición en el futuro de problemas más graves y poder garantizar el éxito a la hora de adquirir conocimientos más complejos.
En Divergentes somos especialistas en la realización de Informes y Evaluaciones psicopedagógicas para detectar cualquier trastorno del aprendizaje, así como otros tipos de trastornos que afectan también al aprendizaje. Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA y/o TDAH), Autismo (Trastorno de Espectro Autista, TEA).